Para
comenzar con esta nueva página que incorporo a mi pequeño
blog, voy a contaros brevemente la historia de mi vida. Como esto
sólo lo leerá mi gente (o eso creo), obviaré detalles, ya que
todos sabéis lo principal de mi.
Nací
un martes frío del invierno jerezano, en pleno Carnaval, a las 00.15
h., recién estrenado el día. A mi madre casi le caigo, vamos, que
me solté de su barriguita y rápidamente salí, con la
curiosidad que me caracteriza. Al parecer fui un parto muy bueno,
rápido y sin puntos, y además muy esperado. Por razones que no
vienen al caso, los médicos me hicieron muchas pruebas para
asegurarse de que venía sanita, y se dieron cuenta de que tenía
poderes, por eso me empezaron a llamar "la niña powder"
(bueno, a lo mejor estoy exagerando un poco, pero es mi vida, tengo
derecho a inventármela!!)
Por
esa época, andaba por mi casa un duendecillo rubio y regordete de 3
añitos y pico, que estaba deseando tener un muñequito al que
chinchar y pegar pechizcos, por eso estuvo super feliz cuando aparecí
yo... Tuvimos una infancia super feliz, con unos padres estupendos,
llena de buenos recuerdos que los guardo para mí y para los momentos
en que me apetece contarlos...
Con
el tiempo, y como es natural, crecí (no mucho) y me convertí en una
chica espabilada, hiperactiva, cabezona y algunas cosas buenas
también, jeje. Y decidí que mi pequeño mundo se tenía que
ampliar, por lo que cogí los bordes de mi vida y comencé a
estirarlos hasta llegar un poco más allá. Los estiré hasta
Granada. ¿Qué se me perdíó en Granada? Pues aún no lo sé, pero
lo que si encontré fue una etapa nueva de mi vida, con cosas tristes
y alegres, una carrera universitaria, amigos para siempre, una
apertura de mente y un chico muy listo, guapo y cariñoso que aún ,
tras 10 años a mi lado, aún sigue como el primer día.
Pero
Granada no era suficiente para nosotros, necesitábamos estirar un
poco más nuestro mundo, y tiramos mucho mucho hasta llegar
a Madrid... Madrid resultó ser una ciudad muy grande, llena de
madrileños y de no madrileños, una especie de Torre de Babel
castiza, llena de bocadillos de calamares, tamales, rollitos de
primavera, y un batiburrillo de cosas de todo tipo y condición, que
nos dejó traspuestos. Nos adaptamos muy fácilmente, aunque con el
tiempo te das cuenta de que la tierra tira mucho y de vez en cuando
necesitamos respirar un aire que huela a geranios, azahar y mar...
Por eso nos escapamos cuando podemos para coger fuerzas y seguir
tirando para adelante. En Madrid hemos hecho nuestra pequeña colonia
jerezana, dejando sitio en ella a algunos personajillos de otros
sitios y lugares, con la que pasamos buenos ratos de risas y copeteo.
Además hemos hinchado nuestra agenda de amigos de tal modo, que
tenemos gente en toda la geografía española y mundial, de Francia,
Italia, Colombia, Almeria, Segovia, Valladolid, Guadalajara, Granada,
Madrid, Cuenca, Salamanca, Asturias, Chile, Uruguay, EEUU, País
Vasco, Valencia, Murcia, y un largo etcétera que coge todo el globo
terráqueo!!!
Y
en eso estamos, aún no sabemos cuál será la próxima parada de
este tren de la vida, pero no os preocupéis, seguro que me
encontráis!!!
Besos
a todos los que formáis parte de mi vida... ♥♥♥♥♥♥
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